9.1. Incluir la declaración
del tipo de documento
9.2. Conocer las etiquetas
<meta>, que informan a los buscadores
9.3. Aprender a transferir los
archivos a un servidor
Antes de dar por terminado un documento para publicarlo en
Internet, tenemos que declarar qué tipo de
documento es con el fin de que los navegadores sepan en
qué versión de HTML está escrito; de este
modo, podemos estar más seguros de que el navegador que
utilice el usuario le ofrecerá con fidelidad la
página que hemos creado de la forma más parecida a
como lo hemos hecho. Con la declaración del tipo de
documento también contribuimos a la normalización
de los lenguajes utilizados en la Red, organizando mejor de esta
manera todo el flujo de millones de páginas que circulan
por el ciberespacio. De este ordenamiento se ocupa un grupo de
expertos reunidos entorno al World Wide Web
Consortium (http://www.w3.org/),
que publican
distintas versiones de todos los lenguajes y códigos de
Internet, y ofrecen pautas con el fin de unificar y normalizar
las herramientas utilizadas en la Red.
Existen varios tipos de declaraciones del tipo de documentos (DOCTYPE). Para este curso sólo nos interesa uno de ellos, el que declara la última versión de HTML, la 4.01. El texto de la declaración hay que colocarlo al principio del documento, antes de la etiqueta <html>:
<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML
4.01 Transitional//EN"
"http://www.w3.org/TR/html4/loose.dtd">
Lo importante de esta declaración es la definición del tipo de documento (DTD) que se encuentra en la dirección del World Wide Web Consortium que consta en la declaración. Existen tres versiones de esta definición: Strict, Transitional y Frameset. Las dos primeras varían poco, pero la Transitional es menos estricta, con lo cual los navegadores antiguos tienen menos problemas. La última es la que hay que utilizar cuando la página ha sido creada con marcos o frames. Así, el documento principal de este curso y el de la página con marcos del Monstruo tienen la siguiente declaración:
<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML
4.01 Frameset//EN"
"http://www.w3.org/TR/html4/frameset.dtd">
Para que esta declaración sea efectiva, el documento creado no tiene que tener errores de lenguaje HTML, por eso hay que validar el documento, es decir, confirmar que está bien escrito siguiendo las directrices del tipo de documento. Algunos programas de edición de páginas web incorporan un instrumento para ello, como el excelente editor gratuito HTML-Kit, pero lo mejor sigue siendo acudir a la página web del World Wide Web Consortium, que tiene una página donde se pueden validar los documentos HTML:
The W3C MarkUp Validation Service: http://validator.w3.org/
Los archivos que se tendrían que validar serían todos los que contienen lenguaje HTML y también los que contienen hojas de estilos (CSS).
Para terminar este curso debemos conocer el mecanismo para
informar a los buscadores de que nuestra página existe y
de sus contenidos. Los buscadores son
potentes
servidores que rastrean la Red para registrar las páginas
web existentes. Si hemos terminado una página web, tenemos
que transferir los archivos a un servidor donde alojarla, pero
antes de eso hay que colocar unas etiquetas en el documento
principal de nuestra página web para informar a dichos
buscadores. Posteriormente, cuando un usuario acuda a un buscador
y busque, por ejemplo, la palabra "Monstruo" o la
expresión "Página web del Monstruo",
obtendrá una multitud de entradas, entre ellas
probablemente la de la página del Monstruo, y podrá
ir a visitarla sin necesidad de saber previamente su
dirección de Internet.
Esta información se ofrece mediante las etiquetas <meta>, que se colocan en la cabecera de la página principal de un sitio web, es decir, en el archivo que suele llamarse index.html. En nuestro caso, esa información la hemos colocado en la cabecera del archivo index2.htm de los ejemplos. Veamos qué dicen esas misteriosas etiquetas:
<html lang="es-es">
<meta http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=ISO-8859-1">
<meta name="description" content="Página personal del Monstruo, creada para alivio de sus penas">
<meta name="keywords" content="monstruos, miedo, horror">
<meta
name="author"
content="El monstruo">
<title>Web del Monstruo</title>
Estas etiquetas, la mayoría <meta>, han sido insertadas automáticamente por el programa excepto la de keywords. Desde Kompozer se pueden redactar estas etiquetas abriendo el menú Formato -> Título y propiedades de la página.
Por el orden en que aparecen, las etiquetas son las siguientes:
Una vez que tengamos acabada
nuestra página web y dispongamos de una cuenta en un
servidor, podemos transferir los archivos al ordenador del
servidor. Existen muchos programas FTP gratuitos para transferir
archivos a un servidor. Aquí vamos a ver dos: gFTP para Linux y Filezilla
para Windows (también existe para Linux). En ambos programas el
procedimiento que hay que seguir es el mismo. Veámoslo primero en
la aplicación gFTP, cuya interfaz se muestra en la siguiente imagen:
Cuando abrimos gFTP, en la parte superior tenemos tres campos de texto que hay que rellenar:
Después, se pulsa la tecla Intro y aparece, a la izquierda de la ventana, las carpetas y los archivos de nuestro disco duro, y a la derecha, las carpetas del servidor. En nuestro disco duro vamos a buscar la carpeta donde está nuestra página. La ruta aparece en el cuadro de texto de la lista desplegable que hay en la parte superior. Cuando tengamos a la vista nuestros archivos, los marcamos con un clic del ratón mientras mantenemos apretada la tecla de mayúsculas. A continuación los transferimos al servidor apretando el botón que tiene la flecha dirigida hacia la derecha y que está situado en el panel central, entre las dos ventanas. Si queremos realizar alguna acción sobre un archivo o carpeta, pulsamos el botón derecho del ratón encima y aparece un menú de opciones.
La sección derecha de la ventana presenta la ubicación de los archivos transferidos en el servidor remoto, el ordenador donde se va a alojar nuestra página. Antes de transferir los archivos quizá haya que crear una nueva carpeta, según las condiciones que imponga cada servidor. Desde esta sección también se pueden copiar los archivos a nuestro disco duro, borrarlos y cambiar sus nombres, entre otras opciones.
Lo mismo se puede decir para el programa Filezilla. Aquí tenemos su interfaz, muy similar a la de gFTP:
En la web se pueden encontrar muchas guías y tutoriales sobre
apliaciones de transferencia de archivos; consúltense si se desea tener
un mayor conocimiento de estos programas.
Cuando hayamos terminado de transferir los archivos ya tendremos nuestra página en Internet. Y nuestro Monstruo podrá así aliviar sus penas, porque la comunicación lo libera un poco de su oscuro destino.